lunes, 9 de junio de 2008

¿Accionistas de Lagos y Piñera?

El 7 de mayo, como publicó hace unas semanas La Tercera, José Miguel Insulza reservó una noche de sus visitas blitzkrieg con que intenta instalar su candidatura para cenar con los empresarios José Said, Andrónico Luksic y Wolf Von Appen. Unos días antes, Ricardo Lagos sostuvo otra cena similar, esta vez con Lázaro Calderón, Enrique Cueto, Julio Ponce Lerou y Javier Martínez. Si se hubiesen sentado todos a la misma mesa, sobre ella habría estado dispuesta una notable combinación de participación en el PIB y caudal electoral.

¿Son estas cenas una novedad? Para nada. Candidatos y empresarios se reúnen, intercambian opiniones y construyen confianzas que –llegada la hora- suelen expresarse en donaciones para el financiamiento legal de las campañas. Así lo han hecho desde que las elecciones dejaron de ganarse en las estaciones de ferrocarril, y comenzaron a ganarse en los medios. En Santiago, en París, o en Washington.
Donde sí hubo innovación en esos primeros días de mayo fue en Chicago, en la sede del comando de Barack Obama. Al 30 de abril, el nominado demócrata había levantado más de US $264 millones en donaciones privadas, US $30 millones sólo ese mes. Si la cifra ya es récord, más impresionante es cómo llegó a ella. El 94% de las donaciones no superaron los US $200. EL 52% no pasó de los US $25 (unos 12 mil pesos), y casi el 90% del total fue recaudado a través de la web.
Las cifras suponen un quiebre histórico. Hasta ahora, el modelo de negocios de la recaudación electoral era pedir mucha plata a pocas personas. Así lo hizo, por cierto, Hillary Clinton. Pero Obama demostró que utilizando las redes sociales en Internet -una plataforma efectiva y barata de gestionar aportes- es posible hacerlo al revés: pidiendo poco a muchos.
La innovación de Obama es una enorme ventaja, por varias razones. En primer lugar, porque incrementa su libertad frente a grandes empresas, sindicatos y otros grupos de interés, tradicionales financistas de la política. A cambio de US$ 200 dólares, nadie podría acusarlo de venderse –o arrendarse- a alguno de sus donantes.

En segundo lugar, porque detrás de sus US $264 millones hay más de 3 millones de donantes, que optaron por transferir plata como una forma sencilla y poco exigente de participar. Hoy su comando sabe quiénes son, dónde viven y qué hacen, y puede poner a ese ejército en acción.

Chile. Chile está ad portas de iniciar un triple pack electoral, y la pregunta es si esta revolución del fundraising puede impactar su curso.

Un poco de contexto: La ley de financiamiento electoral del 2004 distingue las donaciones privadas anónimas, de las reservadas y las públicas. Las primeras tienen un límite máximo de 20 UF (unos $400 mil), las segundas comienzan en 20 UF y terminan en 1.500, y las terceras parten de ese límite hacia arriba. Las anónimas son usadas principalmente por personas. Las reservadas y las públicas, por empresas.

¿Qué ocurrió el 2005, en las elecciones parlamentarias y presidenciales chilenas? Primó el modelo “clintoniano”. Suponiendo que nadie eludió la ley, el total de candidatos a diputados, senadores y presidente recaudó $949 millones mediante pequeñas donaciones, versus $13.717 en aportes reservados y otros $2.259 millones en las de carácter público. Es decir, la contribución de las personas representó sólo el 5,6% del total.

Chile ya es, en términos absolutos, el décimo país del mundo con más usuarios en Facebook, y según las proyecciones de Tim O´Reilly terminará el 2008 con más de un millón de miembros en la red social que más se expande en el mundo. Y cuando votemos para elegir al próximo presidente, según las proyecciones de la industria, más de un 40% de los hogares tendrá acceso a Banda Ancha.

Ese es el lado lleno del vaso. El vacío habla de un padrón electoral senil, en el que los inscritos sub-29 representan apenas un 7,5% del total, y los mayores de 60 el 25%.

A eso hay que sumar los problemas de la ley actual. Esta no establece un mecanismo transparente para hacer pequeños aportes, que hoy deben entregarse directamente a los candidatos. ¿En qué lo gastan? ¿Quiénes son esos donantes? Nadie lo sabe.

Pero quizás el problema no pase tanto por la arquitectura del sistema, sino por una cuestión previa. Finalmente, para llamar a votar no sólo con el lápiz, sino también con la billetera, quien pretenda hacerlo tendrá que construir una idea de país por la que valga la pena convertirse en "accionista".

Para quienes ya están en la línea de partida, la oportunidad está abierta. El problema es que uno de ellos habrá cumplido 71 años en diciembre del 2009, y antes de hablar de su propuesta 2.0, tendrá que defender su versión 1.0. Y al otro, dueño de la tercera mayor fortuna de Chile, más que darle plata, dan ganas de pedirle. ¿Habrá un tercero?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

buena frey!
te habias quedado calladito con tu blog... esta muy bueno.
m

Anónimo dijo...

Rodrigo, buena reflexión. Eso si, dos puntualizaciones que pueden ayudar a mirar el futuro con más optimismo.
El 2004, cuando era candidato a alcalde, di una batalla solitaria para que Transbank no discriminará a los políticos en el uso de las tarjetas para la donación a campañas. De hecho, gracias a la ayuda de Hernán Larraín y Hernán Somerville, al final pude implementarlo y de hecho recibí casi tres millones de donaciones on-line. Entiendo que he sido el único político que lo ha hecho hasta ahora.
Por lo mismo, te cuento que ya estamos adelantado en mi nueva plataforma para donaciones on-line, muy en la´línea de lo de Obama. Esta vez espero que el acuerdo beneficie a todos los candidatos. No tengo ninguna duda que esto ayudará en transparencia, democratización de los aportes y ganar adeptos nuevos on-line.
Sigamos en contacto.
Claudio Orrego

Rodrigo Frey dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rodrigo Frey dijo...

Claudio, muchas gracias por el comentario. Algo había oído de tu batalla con Transbank, pero no sabía que habías tenido tanto éxito en una época en que las transacciones online eran consideradas peligrosas y la penetración de BA era tan baja en Chile.
Me encantaría oír más de tu proyecto para este año. ¿Cómo podemos hacerlo?
Muchos saludos
RF