Bachelet postula a Ingrid Betancourt al Nobel. Es, según Foxley, "la primera Presidenta que propone a Betancourt al Premio Nobel de la Paz y es la primera ocasión en que un mandatario de Chile levanta una postulación a dicho premio". Es también, dice el canciller en La Tercera, una forma de demostrar "admiración por el espectacular trabajo del Presidente Uribe, quien refuerza su imagen de líder y gran gobernante".
Permítanme dudar. Como decía Tip O´Neill, "all politics is local", y una razón que probablemente influyó en la premura para anunciar la nominación se llama Sebastián Piñera.
Piñera anunció un viaje a Colombia para felicitar a "mi amigo" Alvaro Uribe y su aspiración de reunirse con Betancourt, y hay razones para creer que ambos eventos están en el terreno de lo posible y no son, al menos esta vez, un anuncio oportunista que en tres semanas habremos olvidado y que nadie le cobrará:
- Piñera ha estado varias veces con Uribe, con quien tiene proximidad ideológica y personal.
- Hace unos meses recibió en su oficina en Santiago a Juan Carlos Lecompte, el marido de Betancourt y líder de la causa por su rescate durante siete años.
- El día de la liberación Piñera partió a la embajada de Colombia, con cuyo jefe de misión se sentó a ver tele en vivo con las primeras palabras de Betancourt. El embajador. El día "D". Con el candidato de la oposición....
Después de todo eso, la frase de Bachelet el sábado en La Nación se explica sóla:
"Cuando pase esta gran atención mundial y estemos más libres de cualquier interpretación sobre la búsqueda de rédito político, le extenderé una invitación a Chile".
Lo que no se explica es el intento de Foxley de vincular la postulación al Nobel con un acto de reconocimiento a Uribe. Es harto probable que Betancourt, en vez de una nueva aliada del presidente colombiano, se convierta más temprando que tarde en su gran contradictora. Y el canciller sabe que un premio nobel para ella no es la mejor forma de reconocer "el espectacular tabajo" del colombiano.
Con todo, la idea de la Presidenta ya está sumando. Esta es la frase de Betancourt:
"Sería una bendición, una oportunidad extraordinaria que no merezco, pero es un
espacio, un escenario para poder hablar en particular de la libertad. (Agradezco) al pueblo de Chile y a Michelle Bachelet que lo representa por lo que nos ayudaron durante el secuestro".
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